viernes, 25 de enero de 2013

Articulo sobre la pedagogía waldorf y un día en un jardin waldorf de infancia


 Una premisa básica de la Pedagogía Waldorf se refiere a una educación adecuada a las capacidades y a las necesidades del ser humano según lo que resulte propio de las características de la etapa de evolución o desarrollo en la que se encuentra. De ahí la importancia de conocer, desde la visión de la Antroposofía, la naturaleza de los septenios. El primer septenio comprende los primeros siete años de vida, donde el niño aprende principalmente por imitación: todo lo que sucede a su alrededor y pueda ser percibido por el niño se convierte en aprendizaje. De ahí que resulte importante que los principales adultos en la vida del niño resulten ser “imitables”. Piaget también reconoce que en estos años (etapa preoperacional), la imitación es uno de los puntos máximos de aprendizaje en el niño. Asímismo, coincide con la visión antroposófica en el sentido de afirmar que esta es una de las etapas determinantes en el desarrollo del ser humano. Ahora, si entendemos la importancia del rol del adulto en este contexto, deberíamos ser capaces de concebir una visión de hombre. En cierta forma, los padres suelen hacer este trabajo cuando piensan en el tipo de personas que quieren que se conviertan sus hijos. Sin embargo, muchas veces, padres y profesores nos contradecimos al actuar en formas incoherentes a lo que deseamos, decimos y hacemos. Y eso se nota en cosas muy típicas como pasarse una luz roja y luego pedirle a un niño que siempre respete las reglas; decirle que se lave las manos y nosotros no hacerlo; etc. Estos son ejemplos muy simples pero existen cosas más complejas y sutiles que nos dominan como los resentimientos, la mentira, la hipocresía, la “viveza” o mala astucia, etc. Entonces, si tomaramos conciencia del rol de los adultos en la vida del niño, sería necesario tomar conciencia de nosotros y construirnos una mejora. Si la imitación es base de aprendizaje, ¿no debería buscar la forma de convertirme en una mejor persona para poder ser un mejor “imitable” para ni hijo o alumno? Otro aspecto característico del primer septenio es la aparición de las tres facultades que serán la base de cualquier aprendizaje posterior: aprender a andar, a hablar y pensar, cualidades exclusivas del ser humano. Todos ellos aparecen en los tres primeros años de vida y serán desarrollados constantemente en los septenios posteriores. Sin embargo, de las tres, en este septenio tiene predominancia la fuerza de la voluntad que se manifiesta en el movimiento, la actividad motora; la cual tiene una influencia formativa sobre el cuerpo y contribuye en los bases para un sano desarrollo de las facultades cognitivas. Ahora, dado el contexto de la vida urbana, esto se ha convertido en un aspecto delicado. La pasividad nos domina y la facilidad que nos brinda la tecnología y los conceptos de servicio al cliente hacen que la vida sedentaria sea cada vez más sencilla. Actualmente se habla de obesidad infantil y asumimos que son problemas de Estados Unidos, por ejemplo. Sin embargo, las capitales de América Latina están empezando a registrar 15% de niños obesos en diversos sectores sociales. El movimiento es una cuestión fundamental no sólo por salud, lo cual ya es una muy buena razón, sino porque permite a la persona explorarse a sí misma, conocer sus límites y posibilidades, le permite acercarse a espacios abiertos, sociallizar, experimentar con su entorno, etc. Aparte del movimiento, existe un elemento muy importante: la fantasía o imaginación. El desarrollo de la imaginación cobra importancia porque ayuda al desarrollo del simbolismo, aspecto fundamental en nuestras sociedades icónicas; ayuda al desarrollo del lenguaje oral y el desarrollo de la creatividad. En la Pedagogía Waldorf, uno de los principales medios para el desarrollo de la imaginación o fantasía es los cuentos de hadas. Aparte de lo mencionado, los cuentos de hadas transmiten valores, son mecanismos para conocer el mundo más allá de su entorno inmediato y son algunas de las primeras ventanas a la expansión cultural. En resumen, el primer septenio es una de las etapas principales del desarrollo humano, donde la imitación, la imaginación, el movimiento y el juego son piezas fundamentales para su educación. De ahí que buena parte del trabajo de los adultos en la vida del niño deben ayudar al sano desarrollo de estos aspectos desde un conocimiento profundo del niño y su naturaleza.

Un día en preescolar de un centro de enseñanza Waldorf

En la etapa preescolar, el niño es educado en un ambiente que asemeja al hogar. El dia transcurre en una serie de actividades quer tienen la siguiente estructura.
La mañana inicia con el tiempo de juego libre, en el cual los niños juegan lo que deseen dentro del aula de clases utilizando el inmobiliario del salón (mesas, sillas, etc.), juguetes waldorf (hechos de madera, telas naturales), telas y objetos curiosos como caracoles, semillas, pequeños troncos de madera y otros tipos de elementos naturales de diversas textura que puedan utilizarse para estimular la fantasía y los sentidos. Los juegos de los niños suelen recrear quehaceres que observan en el quehacer de los adultos de su entorno o representaciones de cuentos de hadas.
Si los niños quieren, en lugar de jugar, pueden ayudar a las maestras a preparar el refrigerio que se sirve a media mañana. Durante este tiempo, las profesoras observan a los niños pero no dirigen ni intervienen directamente en el juego a menos que sea necesario o un niño lo solicite.
Luego viene el momento de ordenar todo el salón y prepararase para el refirgerio. Los niños colaboran para poner todo el salón en orden, hacer una rápida limpieza, poner la mesa y lavarse las manos. Estos refigerios son una oportunidad para la educación en nutrición de los niños. Los alimentos suelen ser saludables y en los lugares donde es posible, sobre la base de productos orgánicos. Cuando terminan el refrigerio (normalmente preparado con alimentos que los niños traen de sus casas como una forma de eneñanza de solidaridad), sigue el recreo.
A diferencia del juego libre, el tiempo de recreo les permite realizar actividades que implican un mayor movimiento y el uso de juegos con una función predispuesta; pues no es lo mismo simular que un grupo de sillas puede ser un auto (juego libre) a utilizar un columpio o un sube y baja (recreo). Por ende, la motricidad es diferente, la socialización es diferente y los procesos mentales que se desarrollan también lo son. De esta forma, el juego libre y el recreo se complementan.
Al término del recreo hay un par de actividades dirigidas encabezadas por las maestras; como una ronda. Las rondas resultan una forma indirecta de enseñar algunos conceptos como los números o el sentido de ubicuidad (arriba y abajo/izquierda y derecha/adelante y atras). Otra actividad podría ser el pintar o tejer, actividades orientadas a cuestiones tales como la creatividad, la expresión y el desarrollo de la psicomotricidad fina.
Antes de que finalice el día, los niños escuchan la narración de un cuento. La idea general es plasmar imágenes que representen algún valor pero que a la vez sienten la base interna de lo que después se convertirá en una enseñanza formal en la primaria. Por ejemplo, la narración de un cuento medieval presenta imágenes de lo que luego se convertirá en un tema de Historia.
Al igual que en la mañana, las maestras despiden uno a uno a los niños. Si hubiese algo que reportar, tienen una pequeña charla con los padres o tutor. Y eso me lleva a un punto clave. Al igual que otras pedagogías alternativas, en la Educación Waldorf se considera vital que los padres o tutores se comprometan con los principios educativos de la institución y que los sigan en casa; lo cual implica llevar una vida coherente con la educación que recibe en la escuela.
En esta aparentemente sencilla jornada, los niños llevan un ritmo hecho por una serie de momentos de expansión (moverse, jugar, saltar, correr, actividades físicas) y momentos de concentración (ordenar, pintar, actividades manuales). Ello tiene varios fines. Entre ellos, destaca el buscar que el niño no sufra ansiedad o sobrestimulación, cuidar a futuro su capacidad de atención, disminuir la agresividad y potenciar el adecuado desarrollo de su ser emocional.
Este articulo ha sido tomado prestado de las redes de internet,de http://abracitos.wordpress.com. Si por alguna razón estuviese incurriendo en falta al publicarlo en mi blog , le ruego se pongan en contacto conmigo y lo eliminaré  inmediatamente.Muchas gracias.

Entrevista a Antonio Malagón, Maestro de maestros de Pedagogía Waldorf


Esta entrevista la he tomado prestada de la red de internet, espero que os guste.

Una entrevista que se le hizo a Antonio Malagón en el año 2006 por parte de la Fundación Ananta. Aviso que es un poco larga…, pero creo que merece la pena invertir unos minutos en su lectura para poder hacernos una idea de qué es eso de la Pedagogía Waldorf.

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El fundador de la primera escuela Waldorf de España, la Escuela Libre Micael de Las Rozas de Madrid, Antonio Malagón, entiende la educación como el abrigo y el fomento del ser en toda su extensión, incluido el descubrimiento de la propia individualidad, con la que damos la posibilidad al niño de cumplir “su destino”, de que vea “la tarea” que ha de desarrollar en su vida, “los talentos que trae al servicio de la humanidad”.
Los adultos, estamos llamados a “acoger” sus preguntas, a reconocer en ellas la “chispa” de su “curiosidad reverente”, y propiciar así sus mejores “impulsos” para la acción; y todo tiene que partir de la asignatura obligatoria de los primeros años: “fantasía e imaginación”.
Malagón, estudioso de la Antroposofía propugnada por Rudolf Steiner, desde su papel también de maestro y formador de maestros de la pedagogía Waldorf (1), desvela en esta entrevista con la Fundación Ananta la importancia de la dimensión espiritual en la docencia, y defiende la asignatura de “Ética cristiana” como una cuestión de “sentido común” que nos encaminaría hacia la “salud social”.
El modo como se desenvuelve un trabajador en su profesión, asegura, es resultado directo de cómo jugó cuando fue niño. Por eso es tan importante fomentar el “juego libre” y las actividades de cooperación, así como las que desarrollan los valores de creatividad, autoestima y respeto, empezando por la veneración a la naturaleza durante los primeros años de vida. “El niño se relaciona con lo divino venerando ala Madre Tierra”, asegura.
Con el mismo entusiasmo y coherencia que transmite a sus alumnos desde hace treinta años, Malagón se expresa con la claridad de quien sabe que el cielo del que habla es tan real como la nobleza de los materiales de que está hecha la Escuela. De los valores eternos que en ella cultiva, esparce semillas en cada conferencia que ofrece, igual que en cada una de sus respuestas.
Fundación Ananta: La Pedagogía Waldorf parece dar vigencia al poeta griego Píndaro (S. VI a.C) en su sentencia “llega a ser lo que eres”. 
Antonio Malagón: Nuestra obligación como maestros es abrir puertas para que el niño pueda desplegar las fuerzas que trae, sus talentos individuales y genuinos, para que los aporte en el futuro a la sociedad, a la humanidad. Se trata de poner sus capacidades anímicas al servicio de la expresión de su individualidad. Así que no lo podemos encajonar, al contrario; nuestra tarea es trabajar los receptáculos para que se exprese ese potencial único que tiene que llegar a ser. Es el genio que cada uno lleva dentro; es encontrar sus capacidades, y no las que los padres o maestros quieran que tengan. Es fundamental saber acompañarlos y saber entender qué demandan con cada comportamiento, para enseñarles a discernir, poniéndoles los límites necesarios, para conformar su camino hacia la libertad.
FA: ¿Una recomendación para los padres durante la primera infancia?
AM: Los padres han de reaprender cómo cuidar a un niño con los ritmos de vida naturales, algo que nuestros abuelos sabían de una forma intuitiva, y que ahora se ha perdido con el lío y la prisa del mundo de los adultos. Se trata de cuidar, en primer lugar el cuerpo, y luego toda la trinidad que somos: el cuerpo, instrumento del alma, y el alma, receptáculo de la propia individualidad, del yo.
FA: De entrada entonces, el cuerpo. ¿Lo primero es respirar…?
AM: Así es. Aprender a relacionarse con el mundo en una ida-vuelta, en actividades expansivas y de concentración, ayuda a conformar incluso sus pulmones. Todo está pensado para que el cuerpo construya una capacidad neurosensorial fuerte, perceptiva, con juguetes tomados de la naturaleza, que está a nuestra disposición para reconocerla y amarla. Lo neurosensorial, la integración sensorial determinará su pensar, mientras que en su capacidad rítmica se asentará su sentir, y en su parte metabólica y motora descansará su fuerza de voluntad.
FA: ¿Por qué es tan importante el contacto con la naturaleza?
AM: Durante los primeros siete años de vida, el niño debe sentirse como en un invernadero anímico y en un entorno cuidado, y no en un sistema de exigencias verbales e intelectuales. Para que llegue a tener una creatividad con corazón, la primera infancia ha de estar en relación correcta con la Creación, que -con su bondad y entrega que trae del cielo- es la relación con lo divino. En lugar de amonestación sin límites, el niño ha de percibir la coherencia del adulto junto a la veneración, asombro y respeto total a su ser. Eso genera una gran fuerza para la vida. Han de sentir lo sagrado, la atención a todas las cosas importantes. Por ejemplo, la comida requiere nuestra atención total, lo que incluye, sobre todo, nuestra actitud interior, para que sea realmente nutritiva.
FA: ¿Qué efectos tienen la fantasía y la imaginación?
AM: La fantasía y la imaginación son el tema central hasta los siete años. Sin eso, cuando sea adulto, su pensar será seco, no será un pensar en posibilidades, no será creativo. La asignatura para desarrollarlo es “el juego libre”, con troncos, piñas, piedras, conchas, lanas; tocar la tierra, las sustancias naturales, que las reconozcan… y disfrazarse, imitar a los adultos en sus quehaceres. Imitando, aprenden nada menos que a erguirse y andar, todo un doctorado. Si no tienen adultos que caminen erguidos, se tuercen y no llegar a adquirir la dignidad de la verticalidad. Igualmente, por imitación aprenden a hablar y a pensar.
FA: “Tocar la tierra…”: el tacto tiene un protagonismo inmenso entonces. 
AM: De hecho, a través del juego los niños desarrollan el tacto, y ese tacto se convertirá luego en creatividad y tacto de corazón y, a su vez, en el mayor arte: el arte social. Este arte se aprende inclinándose hacia la tierra, sintiéndola, transformándola… y no se puede aprender de otra manera. Cuando esto no ha ocurrido se tienen que imponer las normas sociales, los convencionalismos del comportamiento cortés…, pero lo importante es que en la primera infancia se haya integrado el respeto a todo. Tacto, equilibrio, movimiento y bienestar constituyen la base para el desarrollo posterior como seres humanos espirituales y conscientes.
FA: ¿Qué deben percibir de los adultos a partir de los siete años?
AM: Esa atención a la creación, esa coherencia –consigo mismos-, esa veneración y ese agradecimiento de los adultos en la primera infancia, sirven para desarrollar en la etapa escolar el amor hacia el resto del mundo. Pero para eso hace falta que los adultos les trasmitamos lo que acontece con entusiasmo y expectación. Los maestros y los padres han de transmitir esperanza; eso deja un poso de ánimo permanente para toda la vida, colocándoles en la disposición positiva necesaria para superar los obstáculos que encuentren cuando sean adultos. Y la mejor manera de transmitir amor hacia el resto del mundo es hacerlo sin sentimentalismos, simplemente al trasladar el conocimiento de las asignaturas con el entusiasmo del que acaba de descubrirlo. Por ejemplo al impartirles botánica, mineralogía, o historia. Cuando miras con alegría e interés sano algo, terminas amándolo, y eso, después de la pubertad, se transforma en una correcta disposición y acción para con el mundo.
FA: ¿La solidaridad surge espontáneamente por ese camino?
AM: Eso es. De igual forma que el asombro y la veneración se transforman en amor, el amor se transforma en deber para con el mundo. Las fuerzas de solidaridad no pueden generarse con sermones y amonestaciones, tienen que brotar de él, desde su alma, generadas en sí mismo y con el ejemplo de los adultos. Hoy, por ejemplo, a los adultos les da vergüenza rezar delante de los niños.
FA: ¿Cuál es la importancia de la oración?
AM: Con la postura del cuerpo y la compostura del alma adecuadas, la oración se convierte en una vivencia auténtica; en este colegio recitamos cada mañana en las clases, con reverencia verdadera, unos versos que hasta los doce años hacen alusión a la relación entre el cielo y la tierra, y que a partir de esa edad y hasta el bachillerato están orientados a buscar el equilibrio entre el mundo exterior y el mundo interior. Con la actitud adecuada, la oración forma unos maravillosos “tapices” alrededor de la clase y se crea el mejor ambiente para la educación, que parte siempre del encuentro humano entre el maestro y el alumno.
FA: ¿Se entiende bien que haya una asignatura de “Ética cristiana”?
AM: Es nuestra asignatura de Educación en Valores, cargada de sentido común y es la vivencia para una verdadera salud social. El fundamento de la Pedagogía Waldorf es cristiano, pero no confesional. En este colegio hay padres de múltiples religiones y filosofías: mormones, judíos, islámicos, protestantes, católicos, budistas, agnósticos, ateos… Pero si en la familia cultivan los actos rituales de sus culturas, fomentan sentimientos de coherencia importantes en el desarrollo de cualquier niño. Por eso, la educación religiosa confesional de cada familia debe “impartirse” en casa y, desde la escuela, la apoyamos. Pero en el colegio, igual que trabajamos la educación científica a primera hora de la mañana y la artística en una segunda franja horaria, al final de la mañana vemos lo religioso. Lo religioso marca lo volitivo, porque en la voluntad están los impulsos del destino. Y en esa franja horaria están las asignaturas conocidas como trabajos manuales, que tienen que ver con religarse a la tierra: horticultura, talla de madera, de cobre y de piedra; trabajos con lana, zapatería, corte y confección…
FA: ¿Qué tiene que ver la religión con los trabajos manuales?
AM: Transformar la materia es nuestra tarea divina. Es dar a la materia la dignidad de lo humano y ponerla a nuestro servicio pero con el debido respeto. La educación espiritual, de todos modos, está presente en toda la enseñanza del colegio, y la asignatura de Ética Cristiana la damos los maestros.
FA: ¿Cuál es el enfoque de la educación religiosa?
AM: Sirve para descubrir lo que se oculta detrás de la apariencia, para ofrecer al alumno las fuerzas con las que desvelar por sí mismo la trascendencia de la vida. Se empieza por los cuentos de los hermanos Grimm, para crear espacios interiores. Los cuentos populares siempre hablan de aspectos del ser humano y reflejan un tiempo sin tiempo donde se alude a la unidad.
Luego, en segundo curso se trata la dualidad: fábulas y leyendas. Tanto el animal interno que sujetamos, como la superación de pruebas, como San Jorge venciendo al dragón… o acercarnos a la vivencia compasiva en las leyendas de San Francisco.
El tercer curso de Primaria, cuando el niño tiene nueve años y se siente encarcelado en su individualidad, encarnado, amaneciendo a la pre-pubertad, hay que presentarles la historia de un pueblo, el pueblo hebreo, la Biblia desde el Génesis a los Macabeos, que es la imagen de un pueblo-yo en muchos individuos.
En cuarto, vamos a la mitología céltica, nórdica, germanica, se aprenden runas… Así que hacemos un camino desde la unidad a la dualidad y a la trinidad, y luego, el caos, el mundo de estos locos nórdicos…
En quinto, es toda una recapitulación del último arco cultural, empezando por la Atlántida –que nos lo revela Platón en el Timeo-, Finisterre, Irlanda… Mientras la Atlántida se hundía, Manú, el gran guía, se llevó a los que pudo caminando hasta el desierto del Gobi, que era entonces una grandísima floresta, y desde allí parten luego todas las culturas: La Antigua India, donde la creación toda es unidad. Luego, Persia, con la dualidad de Ormuz y Ahriman -el bien y el mal, la luz y la oscuridad-, y los sacerdotes adoradores del sol. En todas las culturas siempre se mira al sol, al Cristo solar, en todas hay reverencia al sol que da la vida, pues presentían la bajada del Cristo a la tierra. De una manera o de otra están Hermes, Apolo…, que son los anuncios.
Después llegamos a Mesopotamia, a la gran Asiria y Babilonia, con una epopeya que se conoce poco, la leyenda de Gilgamesh y Enkidu, en la que se encuentran el hombre divino y el hombre humano y se hacen amigos. Uno es velludo y está con las fieras, y el otro es un hombre cultivado, un dios: luchan, se abrazan y hacen juntos un camino para luchar contra el monstruo Utnapistim y salvar a su ciudad, Ur. Muere Enkidu y Gilgamesh llora la muerte de su amigo, tras no poderlo resucitar. Es la primera vez en la historia que se toma conciencia de la muerte. Después está la cultura de Egipto, con la trinidad: Isis, Osiris, Horus, y, finalmente, la mitología griega, con dioses un poco humanos, que hasta se hacen fechorías. Pero ese es un camino largo de la evolución de la conciencia que transcurre desde el pensamiento mítico al pensamiento filosófico. La conclusión fue la lógica, base de nuestro pensar de hoy… y que se transmite a los niños desde las historias de Alejandro el Grande y su maestro Aristóteles…
A partir de la sexta clase de Educación Primaria se tratan los Evangelios, biografías de personajes interesantes de la historia que, desde un impulso individual, desde la fuerza de los talentos de su ser que quiere llegar a ser, despliega un impulso social extraordinario. Por ejemplo, Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, que tras una experiencia crucial, de encrucijada, cambia el rumbo de su vida e intuye fuertemente su “proyecto de vida”, su dimensión social. También se abordan los diversos aspectos del desarrollo de la personalidad de los muchachos y muchachas y se trabaja con ONGs, como Solidarios para el Desarrollo, Amnistía Internacional, ACNUR, Movimiento contra la Intolerancia. Pero un tema central de esta clase es el estudio comparado de las cuatro grandes religiones: Hinduismo-Budismo, Judaísmo, Cristianismo e Islamismo, visitando sus tempos en Madrid y hablando con sus representantes.
FA: ¿Cuándo aparece el destino, la tarea de vida?
AM: En el sexto año, enmarcado en la historia de Roma, en la asignatura de Ética Cristiana, se abordan el hecho crístico, la encarnación del Verbo Divino, las parábolas, las curaciones, las biografías de los grandes: San Pedro, Santiago, San Juan y San Pablo. San Pablo es importantísimo porque representa el “zurriagazo interior”, la vivencia fundamental para que la vida tenga sentido. El camino de Damasco lo tenemos que hacer todos… A partir de ahí es donde colocamos las biografías que los personajes que han encontrado su misión, las ONGs y las charlas de voluntarios para que puedan descubrir dentro de ellos su propio potencial que quiere desplegarse.
FA: Parece un viaje por el tiempo y a través de uno mismo.
AM: Con estas historias entran, efectivamente, en la asunción de su propia evolución –que es la evolución de la conciencia de la humanidad- les ayudas a que entren en la vivencia del tiempo histórico con una presencia increíble. Muchos de los trastornos que tenemos los adultos vienen de no haber aprendido a encontrarnos en la corriente del devenir. Nuestro ir y venir desenfrenado, con prisas, sin tiempo, nos impide encontrar nuestro “tiempo interior” que siempre ha constituido y constituye el punto de anclaje fundamental para el equilibrio vital. Estamos en un momento increíble: un largo camino desde la conciencia mítica, a la filosófica, a la científica y, ahora, a la técnica más sofisticada y terrible. Justo ahora, tenemos la posibilidad de encontrar la libertad pero por nosotros mismos. Y para descubrirnos -y ayudar al joven a descubrir sus impulsos verdaderos- necesitamos meternos en todo ese barro de la historia pero buscando los ideales con los que uno pueda identificarse. Sin pasado no se puede vivir el ahora ni lanzarse hacia el futuro. Sí, estamos dándoles a los alumnos la posibilidad de lanzar su jabalina, de cumplir su destino.
FA: ¿Estamos realmente en un momento evolutivo especial?
AM: Sin duda. El año pasado, trabajamos tres o cuatro semanas sobre la película “Y tú qué sabes”, haciéndonos preguntas, debatiendo… Hemos comprobado que los adolescentes tienen una posición de jabalina, de entrever la meta y de poder lanzarla ellos mismos, cada uno… Hace veinte años nadie habría entendido esa película. Todo indica que en nuestra época se está abriendo una gran ventana y que con una pedagogía abierta fomentamos lo mejor para nuestros alumnos.
FA: Parece importantísima la curiosidad
AM: Una de las principales tareas del pedagogo es abrir preguntas, que vayan recociéndose dentro y se transformen en intenciones, en impulsos, en desarrollo. Hay que acoger las preguntas, reconocer la chispa que hay en ellas, y apoyar la curiosidad sana en un sentido verdadero, reverente, hacia el misterio. Todo eso es lo que luego conforma sus propios criterios, que les harán discernir el camino, la opción óptima en situaciones confusas. Se trata de cultivar la confianza en su propia voz interior.
FA: ¿Y la creatividad, en qué repercute?
AM: Cuando les das un trozo grande de madera, por ejemplo, para que saquen lo que hay dentro, comienza un movimiento en su interior, una lucha consigo mismos y con su temperamento; sienten el “temblor artístico” por expresar-se de verdad y desarrollan una sensibilidad exquisita hacia la materia y un conocimiento de sí mismos. Y comprueban que cada cosa que hacen reverbera en la totalidad. Luego, cuando sean adultos y se encuentren ante un problema, sabrán enfocarlo desde diferentes lados y no mirar de forma lineal. Por su parte, el trabajo con el cobre, haciendo un cuenco a base de calor con el soplete y de golpecitos –pasando la materia de la plancha plana a lo cóncavo-, permite al adolescente objetivar su “cuenco interior” en formación. Otro ejemplo, el trabajo con máscaras, en segundo de secundaria, es benéfico y una gran ayuda en la búsqueda de su identidad.
FA: ¿Qué función tienen los ritos?
AM: Con ellos se celebran las fiestas de todos los tiempos, como solsticios y equinoccios, las estaciones, los acontecimientos cósmicos, a los que hemos dado la vestimenta de nuestra cultura. Así nos unimos al discurrir cósmico y recogemos la herencia cultural humana imprescindible para el propio desarrollo. En el colegio acabamos de tener la fiesta de la cosecha con actividades propias: una sopa riquísima de hortalizas hecha por los niños en la Escuela Infantil, han pisado uva… Es una fiesta unida a la celebración de San Miguel –Patrón de nuestro Colegio y de Las Rozas-, que representa un impulso luminoso para la humanidad del futuro: significa la valentía, el coraje, la fortaleza del hierro de su espada, enfrentarse al dragón, sujetarlo y caminar mirando la meta. Con los alumnos hacemos “pruebas de valor”. Con los pequeños se hacen juegos de equilibrio, de pasar por túneles oscuros, de saltar; con los de Primaria, muchas pruebas difíciles en el gimnasio, y con los de Secundaria se acude a la residencia de ancianos Reina Sofía de La Rozas o se va a los centros de discapacitados Waldorf de Pozuelo o de Villalba para convivir con los residentes.
Y en noviembre, hacemos la fiesta del farol con las familias dela Escuela Infantily de las tres primeras clases de Primaria, coincidiendo con San Martín. Con farolillos confeccionados por los mismos niños se camina al anochecer en el jardín del Colegio, bajo las estrellas, tras oir la preciosa leyenda de San Martín. Se trata de acercarnos a la vivencia de que el Sol se va alejando, y hay que encender la luz interior hasta que se anuncie otra vez enla Navidad, el nacimiento del Cristo-Sol.
FA: ¿Cómo se celebra la Navidad ?
AM: Con actividades que rescatan todo su profundo significado, como los saludos de Adviento en los que participa todo el colegio: los cuatro lunes, al comenzar el colegio, a las 8,30 horas, nos reunimos todos los maestros y alumnos en el salón de actos y un maestro cuenta el cuento de los ángeles que van bajando cada domingo de adviento -azul, rojo, blanco y violeta-, dando un impulso a la humanidad y anunciando la llegada del Cristo. Cantamos villancicos y nos vamos a las clases a seguir el trabajo.
Se representan además tres Autos de Navidad por maestros, padres y antiguos alumnos: el Auto del Paraíso, el de la Adoración de los Pastores y el Auto de los Reyes Magos. Se trata de unos textos que recuperó Steiner con un filólogo alemán en una isla del Danubio y que conservan las imágenes purísimas de la Navidad en las que se respeta estrictamente el Evangelio, sin ninguna mojigatería ni barniz confesional. Las representamos en el colegio para alumnos y familias y en la residencia de ancianos de Las Rozas. Todo eso nos prepara interiormente para la vivenciar y celebrar la Navidad.
FA: Tenéis fama de ser contrarios a las nuevas tecnologías
AM: Pedimos a los padres que protejan a sus hijos de estar delante de la televisión por costumbre. Cualquier persona con sentido común puede evaluar lo que puede aportar la Televisión a los pequeños. Igual pasa con el ordenador, que puede ser una herramienta para el trabajo –y depende de la edad, claro- o una ventana a “paisajes indeseables”. Los padres tienen que tomarse en serio como “administrar” el uso familiar de esos aparatos. Hoy día ya hay graves patologías derivadas de la adicción al ordenador, a Internet y a los juegos. En el colegio, se introduce en Educación Secundaria, a partir de la asignatura de tecnología y electrónica, en el momento en que pueden cuestionar todos los elementos. Hay que recordar que la tecnología comenzó en el homo habilis.
FA: ¿Qué habilidades conviene conocer primero?
AM: Las actividades manuales se colocan en el currículo Waldorf atendiendo el momento evolutivo del alumno: por ejemplo, se comienza con el proceso de la lana –desde el vellón al tejido-, cultivar la tierra, costura, ganchillo, punto de cruz… Con catorce años se les enseña a hacer patrones para hacer sus trajes para el teatro; zapatillas, cuencos de madera, el proceso hasta la máscara (dibujarla, barro, madera, papel maché…), y otras artesanías antes de llegar a la electrónica, cuando empiezan a ver las tripas a los ordenadores y a manejarlos. Naturalmente, como “mobiliario” corriente de cada casa, ya lo conocen y hasta lo han utilizado para buscar información sobre las asignaturas, nunca para presentar trabajos que siempre deben venir escritos a mano e ilustrados por los alumnos.
FA: Muchas cosas más importantes que los ordenadores de cara a la vida adulta…
AM: Sin duda. Lo básico y previo en el niño pequeño es el juego. El juego libre es “jugar a hacer –y a sentir- como los adultos” pero compartiendo, cediendo el conocimiento y agradeciendo el que reciben. El juego es al niño lo que el trabajo al adulto. Cultivando la entrega y el interés del niño en el juego con sentido, crearemos la capacidad de entrega al trabajo bien hecho que, como adulto, necesitará. Todo parte de la primera infancia, y el futuro se fundamente en los seis primeros años de su vida; ahí es donde se colocan realmente los impulsos para un actuar justo, consciente, social, solidario… Y todos los juegos populares tienen una sabiduría grandísima, algunos toman en cuenta el movimiento de las estrellas, son juegos inspirados.
FA: ¿Alguna práctica concreta para imbuirles los mejores valores?
AM: Hay alicientes mucho más interesantes que las notas y otros látigos. Por ejemplo, lucir un trabajo y saber que todos van a lucirse, y hacer ver algo bonito y bueno de todos los trabajos -porque es verdad que todos lo tienen-; o invitar a ayudarse entre compañeros y que sea un éxito común… entre ellos se ensalzan luego los méritos. También es interesante invitar a que, cuando les guste un trabajo ajeno, feliciten al autor con palabras, abrazos o palmadas… porque en el gesto se expresa el alma… O cambiar reglas en los juegos hasta hacer un juego móvil, y donde todos cooperen.
FA: Es todo un compromiso, ¿propones alguna disciplina a los maestros? 
AM: Una ayuda enorme para mejorar nuestro trabajo en el aula es la revisión diaria, la autoobservación de lo que has vivido en el día, es una higiene para el alma, porque se deshace el día en lo lineal y queda sólo la sustancia. Después de limpiar, las imágenes que quedan pierden todas las aristas y todo lo que te ha distraído de la esencia, y se llega al “despertar”. Ese recuerdo, en el estado adecuado de quietud, ya no te muestra la impertinencia, el reto, la propia impotencia… sino que ves en transparencia, ves al ser, ves las cosas sin que te las enturbie la apariencia. Si lo hiciéramos todos, sería la salud mental del mundo. Visionar las vivencias del día es una higiene fundamental que fortalece la disposición anímica para corregir y compensar al día siguiente lo actos acontecidos. Es una fuente de inspiración educativa extraordinaria y sugiere al día siguiente muchos “actos pedagógicos y didácticos” acordes con la realidad de los alumnos.
FA: ¿Qué carencias detectas en el profesorado “oficial”?
AM: El noventa por ciento de los maestros y profesores que acuden a los cursos de formación que organizamos en el Centro de Formación de Pedagogía Waldorf de Madrid o a los Cursos Postgrados de Pedagogía Waldorf que organizamos en el Centro Universitario La Salle, provienen de la enseñanza pública y privada, y vienen porque tienen sequía en el alma y les falta la fuerza para ponerse con dignidad delante de los niños. Necesitan otra postura interior. En el fondo quieren hacer los cursos porque intuyen o son conscientes que “legitimarse para educar” pasa por entrar en nuevos procesos de aprendizaje y por emprender un camino interior. Esta disposición de seguir aprendiendo siempre es la idónea para un maestro… y para todo ser humano, claro. El otro diez por ciento de los participantes son padres y madres que quieren formarse como “educadores de sus hijos” y otras personas interesadas en la educación de la juventud.
Un maestro que se conforme con ver delante de sí lo físico, está haciéndose tal fraude a su interior, se está engañando de tal manera… En realidad hacen estos cursos de Pedagogía Waldorf porque se han dado cuenta que para “profesar” su “sagrado oficio de educador” necesitan acercarse al lado trascendente de la realidad. Necesitan una orientación sobre todos los aspectos de la vida, visible e invisible, del ser humano; del destino, de lo potencial que está en el niño y que tiene que llegar a desarrollarse. Porque sabe en el fondo que, si no, los estamos machacando y también nos estamos haciendo daño a nosotros mismos.
En estos cursos se profundiza en la metodología Waldorf y en la didáctica creativa.
FA: En lo formal, sería importante modificar pequeños gestos…
AM: Los pequeños gestos tienen una importancia absoluta. Aquí, cada día, el maestro tutor –el mismo durante ocho años: de los seis a los catorce- saluda personalmente a cada alumno dándole la mano, llamándole por su nombre, mirándole a los ojos. Es sólo un pequeño gesto, pero importantísimo, que les coloca además una envoltura anímica para afrontar el día. Pase lo que pase en su casa, en esa época de terremotos familiares, su maestro le espera cada mañana con la mano tendida, como quien dice: “Adelante, comienza un día nuevo”.
Fuera llueve a mares. Descarga el otoño el agua que ahorró el verano, y todo invita a guarecerse eternamente, junto a mil y una historias de amor incondicional, bajo el manto de sabiduría de este maestro.
(1) La pedagogía Waldorf fue creada en 1919 en Stuttgart (Alemania) por el filósofo Rudolf Steiner. Las Escuelas Waldorf son centros homologados donde se ofrecen los programas de enseñanza de cada país pero con una educación artística y artesanal integrada. Se fundamentan en tres pilares: el conocimiento profundo del niño –del ser humano en evolución- el desarrollo interior del profesorado y la colaboración familia-escuela. Tras 87 años de experiencia, hoy existen más de 2.000 centros escolares de todos los niveles educativos, 400 centros de Educación especial y 92 Institutos de Formación del Profesorado vinculados a Universidades o acreditados por Ministerios de Educación en más de 80 países de todo el mundo. Más información en:
Escuela Libre Micael-Waldorf, de las Rozas de Madrid: www.escuelamicael.com
Centro de Formación de Pedagogía Waldorf de Madrid: www.centrowaldorf.com
Asociación de Centros Educativos Waldorf de España: www.colegioswaldorf.com
La Redacción
Fundación Ananta
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Salud para ti y los tuyos.

Muestras de trabajos de los padres de la Escuela Waldorf a Casa del Sol

 Estas son algunas de las cosas elaboradas por padres de la escuela para un mercadillo benéfico.
 Son hechas a mano y con materiales naturales.
 Lanas de oveja, fieltro de lana,madera etc.
 Preciosas muñecas para todas las edades.
 Tarjeteros de madera,porta lapices etc.
 Unos maravilloso Gnomos, y otros juguetes hermosos.
 Hadas maravillosas de lana de oveja.

 Abalorios de fieltro de lana

 Un sin fin de cosas preciosas para todos los gustos y bolsillos.

miércoles, 23 de enero de 2013

Maravilloso seminario de acercamiento a la pedagogía waldorf


Me gustaría  contarles algo  acerca de mis progresos en cuanto a  la pedagogía waldorf.
Estoy asistiendo a un seminario de acercamiento a la pedagogía waldorf, y me encanta todo lo que estamos viendo.
Aunque de momento y como solo es un seminario, no me proporciona todas las herramientas que necesito  para la educación de mi hija en casa,pero nos están enseñando tantas cosas maravillosas.
Ayer nos hablaron de la agricultura biodinámica, "maravilloso".
Si Dios quiere este año en septiembre empezará la formación en pedagogía que dura unos tres cursos. Yo le pido a Dios que me ayude para encontrar la manera de hacer estos cursos.
Me quedé impactada cuando, una maestra  Conchi, nos enseñó la semana pasada como recibe a sus niños al llegar a Clase, "su mirada"  me impactó, su implicación en ver como llegan sus niños al colegio cada día , fue algo mágico, y me hizo pensar  y sentir ,¡yo quiero experimentar esto!, no sé si eso fue una llamada a una vocación, pero si sé que fue algo muy especial.
Ahora estoy intentando buscar algún verso para la mañana, para cuando voy a empezar con mi niña a hacer juegos rítmicos, a pintar o a trabajar el telar, o la cera,y otro reto es contarle un cuento con teatrillo de mesa al menos una vez en la semana, aunque nosotras contamos cuentos cada noche, claro.
Clara aun es pequeña, tiene cinco años y tres meses, así que aún podemos esperar con el tema de la escritura y la lectura, aunque su desarrollo presenta claros síntomas de estar casi preparada , pero quiero darle tiempo para que este lista del todo, ya que no le veo que ella tenga prisa.
Aquí  en la escuela waldorf ,preparan a los niños de su edad para entrar en la primaria , ya que la edad obligatoria es a los seis, pero nosotras al no estar Clara escolarizada, aun podemos esperar un poco más.
Igualmente aquí hay una medico psicóloga antroposófica, y le consultaré a ver que me dice, por que su dentición esta un poco acelerada y sus intestinos ya trabajan con ritmo y de forma adecuada, no como antes que se notaba su inmadurez intestinal cada día.
Desde luego el cambio en un niño de cinco años, en tres meses es increíble, de  repente su habla se vuelve más fluida, supera las barreras de los pequeños errores de dicción, y comienza a hacer algunos juicios críticos , que muestras que la madurez de los 7 años se acerca.
Se vuelven muy rápidos , ágiles en todos sus movimientos, se afina el sentido del equilibrio,y muestran una seguridad en lo que hacen y dicen, que antes no habíamos visto.
Y aprenden a una velocidad increíble, cuando te quieres dar cuenta tu hijo sabe contar y  reconocer los números, comprende la suma y la resta , y todo esto sin intervención directa, de manera autodidacta, observando y copiando a sus mayores y a sus amiguitos.
Ayer fui al seminario ,trabajamos con barro y fue una experiencia maravillosa, una forma de trabajar el barro que yo no conocía, y salí muy contenta, conociéndome mejor a mi misma y viendo que soy capaz de superar barreras, y sorprendiendome con nuevas capacidades.
Con cada clase  siento que es como si estuviese pintando un cuadro y cada vez apareciese  mas nítida la imagen final. voy comprendiendo y aprendiendo, y también sintiendo que todo lo que Rudolf Stainer nos enseñó y compartió es un conocimiento maravilloso que ensalza de manera maravillosa  la obra de Dios, mostrándonos que Dios nos ha puesto delante todo lo que necesitamos para ser felices, y que es una obligación de todo Cristiano hacer buen uso de ello.


Un blog más Waldorf.

Hace poco me sentí  ofendida, por que alguien dijo que en mi blog hay poco de waldorf, así que me paré a pensar cuanto de cierto hay en esa afirmación, y la verdad es que tras analizar  las cosas con sinceridad tengo que reconocer que es así. Pero una parte de que esto sea así, es debido a que tenemos la idea de que un blog waldorf, es uno en el  que los muebles , juguetes decoración etc, son de un tipo muy concreto, así que finalmente tengo que decir, que nosotros no tenemos muchas de estas cosas, puesto que somos una familia  muy sencilla, con una economía de subsistencia, y aunque usamos materiales típicos de la pedagogía  como las ceras Stockmar, y las mismas acuarelas, así como la lana de oveja y otras cosillas, nuestra economía no nos permite tener un ambiente tan cuidado en la estética, pero si en la esencia.
Tratamos de proporcionar a Clara juguetes de madera, y de elementos naturales, al igual que en los muebles de nuestro hogar, que la mayoría son de madera de pino, tenemos Tv y otros aparatos  modernos , como ordenadores, ya que mi esposo es Programador  Informático, y como herramienta para otras muchas cosas, y es que cada quien tiene su propia realidad.
Está claro que si mi marido fuese carpintero , a mi hija le encantaría andar entre herramientas propias  de ese oficio y madera, así como le gusta andar entre mis cacharros de cocina, y los trapos de limpieza.
Nosotros en casa pintamos  acuarelas, trabajamos con un telar sencillo, hacemos juguetes y adornos de lana virgen cardada y teñida (de oveja), y composición de cuadros con la misma lana, cosemos, jugamos con arcilla, y cera de abejas para moldear, pintamos con ceras de colores, lapices etc..
También amasamos de vez en cuando, para hacer bizcochos, pan y otras cosas.
Cantamos , jugamos y salimos al parque casi a diario, salvo cuando el tiempo no lo permite, que suelen ser muy pocos días al año, y la mayor parte del tiempo que Clara pasa en casa, está jugando sola, o acompañada, o haciendo alguna actividad propia de interior, como jugar con sus trenes de madera, su casita de muñecas de madera, o componiendo con sus pegatinas su carpeta de casitas de papel.
Bueno como "buena futura artista", Clara también nos deleita con sus actuaciones,bailando o cantando , algunas de sus canciones favoritas, de Maria Isabel, o algo de propia cosecha.
Otra de las cosas que hacemos, aunque no es algo tipo waldorf, es,  poner algo de música clásica y leer algún cuento basado en estas obras,y cuando nos apetece, yo toco un poco mi flauta pentatónica y ella le da a la pandereta,o toco algunos acordes con mi guitarra, y cantamos algo juntas, pero esto menos a menudo, por que siempre me rasga las cuerdas y no puedo acabar de tocar, y es que mi niña es muy musical y se lo pasa pipas.
Bueno lo mas divertido que musicalmente hemos hechos y esto si que no es para nada waldorf, pero en cuestión de gustos no hay nada escrito, es escuchar una pieza de un grupo Cristiano que se llama Cades, que hacen muy buen Rock, y a Clara le encanta y le gusta hacernos un pequeño show en el que ella se transforma en toda una guitarrista y nos hace pasar un rato super divertido con una canción particularmente cañera. , bueno esto es algo puntual ya que no es la música más adecuada para ella, pero quería compartir esta anécdota ya que creo que es importante romper la norma de vez en cuando y así evitamos los fanatismos a los que mi familia y yo procuramos evitar siempre que podemos.
En fin hacemos muchas de las cosas que se hacen en los jardines de infancia waldorf, con la diferencia de que en casa, Clara solo me imita a mi  a mi esposo, pero también en su día a día se relaciona con otras muchas personas y niños-as del vecindario , y amigos y miembros de nuestra familia materna, ya que la paterna está lejos.
Otra de las cosas que estoy haciendo es tratar de conocer los fundamentos de la pedagogía waldorf, a través de un mayor conocimiento de la antroposofía  y estoy encantada, realmente estoy creciendo, pero todo esto es un largo proceso, y además yo no tengo tanto tiempo para estudiar, ya que lo verdaderamente importante es aprender y  aplicar y todo esto viviendo como un buen ejemplo para mis hijas y de manera coherente con mis principios como mujer Cristiana, ya que si no pudiese conciliar mi fe con lo que estoy aprendiendo , no podría seguir adelante.
En realidad no debería sentirme ofendida, ya que de vez en cuando debemos revisarnos por si podemos mejorar en algo , y yo estoy aprendiendo a ser una mama cada día  y gracias a esta pequeña critica, me di cuenta de que por ejemplo, Clara no estaba siguiendo mi ejemplo en la acuarela, por que yo no pintaba con ella, sino que ella pintaba sola, así que nos estamos reajustando y y aprendiendo en que podemos mejorar en nuestra manera de hacer  las cosas  , teniendo en cuenta los principios de la pedagogía waldorf.

viernes, 11 de enero de 2013

Una cabalgata de Reyes diferente


Este año, nuestro ayuntamiento , hizo un cambio en la cabalgata de reyes que nos dejó a todos, sorprendidos, y es que S.S Majestades los Reyes magos , no hicieron su aparición de uno en uno sino los tres juntos, y los pajes pasaron tan deprisa que a muchos niños no les dio tiempo de entregar sus cartas al paje que les hubiera gustado.
Pero de cualquier modo fue maravilloso, ver un año más aquellas amigables caras, sobre todo para mi que llevo de 40 años(por lo menos), viéndoles en cada cabalgata, y ahora además tengo el honor de poder verles en la iglesia la misma mañana del día de reyes , e incluso pude hablar con  ellos, y sacarme una foto de recuerdo.
Este año, algo me pasó cuando les ví aparecer  en la cabalgata, y es que de repente empecé a llorar como una niña pequeña y no se si es por que me estoy haciendo mayor, o que vuelvo a ser como una niña... pero sentí como me embargó una maravillosa emoción  mezcla de esperanza, y alegría.
en fin nos lo pasamos muy bien.
A la mañana nos levantamos tarde (estábamos muy cansados y con sueño, y es que ya se sabe la emoción cansa y mucho).Clara fue conmigo a levantar a su hermana mayor , que vino a quedarse con nosotros para compartir ese mañana tan especial, cosa que agradecí bastante  viniendo de ella, ya que antes solía tener una actitud muy distinta, y nos dirigimos al salón , que es donde suelen dejarnos los regalos,y allí estaban.
fué maravilloso ver las caras de mis hijas, pero reservé el regalo más especial para el final, y es que a Clara le dejaron los Reyes una Rapunzel preciosa, y a Acerina una cajita de madera, con algo de dinero en su interior para comprar sus cosas a su gusto y en rebajas que siempre se consigue algo más de su gusto  y mas económico, y los reyes saben que una chica tan mayor prefiere hacer sus propias compras, y ambas tenían unas caritas de impresión  que me llenó de regocijo verlas juntas disfrutando tanto en ese momento tan especial, sobre todo teniendo en cuenta que es muy probable que el próximo año Acerina ya haya abandonado el nido , y no sea fácil que un momento así se repita,así que estoy muy agradecida a Dios de haber podido disfrutar de esos momentos con ellas y con mi esposo, y aunque por primera vez mi hija mayor no pasó ninguna de las noches especiales de la navidad con nosotros, me alegro de que lo pasara bien allí donde eligió vivirlas, y en la compañía que ella decidió y es que eso es algo que también trae el hacerse mayor , separación del núcleo familiar, y reafirmación de la propia personalidad.
Pasamos el día de reyes de manera muy tranquila, abrimos nuestros regalos, nos fuimos a la Iglesia , y después, volvimos a casa a disfrutar de los que nos habían regalado.
Clara y Aitana
Luego por la tarde , fuimos a casa de una amiguita de Clara , que cumplía años y estuvimos con su familia hasta las 9 de la noche, ya que al día siguiente era festivo y no teníamos prisa, lo pasamos muy bien juntos esa tarde.
A la mañana siguiente yo fui a trabajar  y al volver del trabajo , sorpresa, estaba mi madre en casa esperándome junto a Clara y Javi, y nos había traído un roscón de reyes, ¡como son las abuelas!, y es que Clara le dijo a la abuela que no lo habíamos comprado por que no teníamos dinero,lo cual no era incierto del todo, más bien me niego a pagar 15 euros por un roscón, ya que lo puedo hacer yo en casa y está mucho más bueno, y por otra parte son todos muy industriales, pero no puedo negar que aquel estaba buenísimo, aunque me sentí un poco mal por que a mi madre también le debió resultar un sablazo a su bolsillo, pero desde luego mi madre es mucho mas generosa que yo,  y esto es una realidad que me hace replantearme algunas cosas.
Ese día Clara dijo que era un día maravilloso, por que estaba junto a su abuela, y no dejo de sentirme super bién cuando mi hija dice estas cosas tan bonitas, y es que yo también me siento dichosa cuando estoy con ella un ratito, y siento sus cálidas manos sobre mi cara, entonces me siento como una niña otra vez, y siento como su amor penetra por los poros de mi piel, y desearía perpetuar ese momento.
Algunas veces pienso que es una pena hacerse mayor.
Pero cuando miro a mi familia pienso que soy una mujer muy afortunada.




Las princesas de mi casa