miércoles, 16 de noviembre de 2011

La honestidad de los niños

La honestidad de los niños un ejemplo para los mayores:
Ayer entré con (Ana) en una tienda muy bonita que esta cerca de casa que se llama "El rincón de Margaret",y ella se puso a mirar los broches que estaban en un cajón abierto para exponer al publico, al mismo tiempo que otra señora  que  también los miraba, solo que Ana a sus cuatro años no era tan delicada como la señora evidentemente, fueron unos segundos de despiste por mi parte que me quedé absorta mirando otras cosas preciosas a su lado, y el dueño le dijo que por favor no los tocara así (ya que ella apartaba los de arriba para ver los de abajo) que eran hechos a mano y se podían estropear, y entonces Ana me dice en voz bajita ,"Mama ese señor es un mal  "invitado", y el señor le trató de explicar lo que había querido  decirle, a lo que ella le contestó, pues esa señora los esta tocando y no debería hacerlo. y todos se rieron, yo evidentemente les expliqué que yo también hago ese tipo de broches y que de ahí su curiosidad por verlos, y que por eso siempre paso de largo y no entro, por que se que va a querer verlos y tocarlos.Pero es curioso a los mayores les hizo gracia la sinceridad de Ana y su honestidad por que el dueño de la tienda no había sido imparcial al reñirla a ella y no a la señora.

La honestidad de los niños

La honestidad de los niños un ejemplo para los mayores:
Ayer entré con Clara en una tienda muy bonita que esta cerca de casa que se llama "El rincón de Margaret",y ella se puso a mirar los broches que estaban en un cajón abierto para exponer al publico, al mismo tiempo que otra señora  que  también los miraba, solo que Clara a sus cuatro años no era tan delicada como la señora evidentemente, fueron unos segundos de despiste por mi parte que me quedé absorta mirando otras cosas preciosas a su lado, y el dueño le dijo que por favor no los tocara así (ya que ella apartaba los de arriba para ver los de abajo) que eran hechos a mano y se podían estropear, y entonces Clara me dice en voz bajita ,"Mama ese señor es un mal  "invitado", y el señor le trató de explicar lo que había querido  decirle, a lo que ella le contestó, pues esa señora los esta tocando y no debería hacerlo. y todos se rieron, yo evidentemente les expliqué que yo también hago ese tipo de broches y que de ahí su curiosidad por verlos, y que por eso siempre paso de largo y no entro, por que se que va a querer verlos y tocarlos.Pero es curioso a los mayores les hizo gracia la sinceridad de Clara y su honestidad por que el dueño de la tienda no había sido imparcial al reñir  a ella y no a la señora.