Por fin llegó la primavera,y tras una larga y meditada Semana Santa, llegó la alegría y celebramos y recordamos que Jesús Nuestro Señor y Rey resucitó. Venció a la muerte y nos dio con ello la oportunidad de salvarnos.
En casa llegó la liebre de Pascua con la consiguiente alegría de Clara al adivinar el acertijo.
Allí donde el agua nace
y los dientes se vuelven nuevos
allí donde tu cara se refleje en el espejo
encontrarás el regalo que te entrego yo don conejo.
La liebre de Pascua.
Esta mañana hemos comido un huevo que nos regalaron ayer unas niñas en la Iglesia , los habían llevado para que se los bendijesen.Y a la salida se lo regalaron a Clara.
Y tras la sorpresa matinal, pintamos algunos huevos para adornar nuestra mesa de estación.
Allí donde el agua nace
y los dientes se vuelven nuevos
allí donde tu cara se refleje en el espejo
encontrarás el regalo que te entrego yo don conejo.
La liebre de Pascua.
Esta mañana hemos comido un huevo que nos regalaron ayer unas niñas en la Iglesia , los habían llevado para que se los bendijesen.Y a la salida se lo regalaron a Clara.
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