La adolescencia es una etapa tan difícil para los padres como para los hijos, pero no es imposible de superar, aunque nos sintamos deshechos, y rotos.
Con frecuencia sentimos, tanto unos como otros que estamos perdidos, que no sabemos que hacer, pero hay que mantener el pulso y tener claro que el tiempo pasará y algún día será como un mal sueño.
Es evidente que hay que tener unas pautas y hacerlas seguir, y que no es bueno que los hijos nos vean titubear constantemente,aunque no es malo que sepan que como ser humano te puedes equivocar , pero que nosotros estamos ahí para acompañarles en el camino.
A mi me gusta pensar que somos como dos muros de contención uno a cada lado y que cuando no puedan seguir la senda, esos muros les sujetaran,aunque es evidente que el muro tiene que llegar a desaparecer para convertirse en esas lineas blancas que se pintan a los lados de las carreteras para que sepas que si te sales ya no estarás en ella y empieza terrenos abrupto, y que si te vas por ahí nadie te garantiza que estará todo bien , ni que llegaras a donde ibas, pero solo te lo recuerdan, la decisión final es tuya.
Así que animo a los padre a que sigan en pie y que si son creyentes no decaigan sino que pongan sus necesidades ,temores, y angustias frente a Dios , que sin duda Les va ayudar,y que leyendo la Biblia puedes encontrar muchos buenos consejos,como aquel que dice que no estemos provocando la ira en nuestros hijos para que ellos no se desalienten y sientan el deseo de enfrentarse, sino más bien que nos armemos de paciencia y amor, pero que al mismo tiempo debemos disciplinarlos, por que de no hacerlo pueden llegar a pensar que no nos importan, y que no les amamos, y es que es una realidad que los jóvenes y los niños dicen que no quieren normas pero la realidad es que en el fondo de su corazón saben que si les disciplinamos es por que les amamos y nos preocupamos por ellos.
Bendiciones para todos vosotros.
Con frecuencia sentimos, tanto unos como otros que estamos perdidos, que no sabemos que hacer, pero hay que mantener el pulso y tener claro que el tiempo pasará y algún día será como un mal sueño.
Es evidente que hay que tener unas pautas y hacerlas seguir, y que no es bueno que los hijos nos vean titubear constantemente,aunque no es malo que sepan que como ser humano te puedes equivocar , pero que nosotros estamos ahí para acompañarles en el camino.
A mi me gusta pensar que somos como dos muros de contención uno a cada lado y que cuando no puedan seguir la senda, esos muros les sujetaran,aunque es evidente que el muro tiene que llegar a desaparecer para convertirse en esas lineas blancas que se pintan a los lados de las carreteras para que sepas que si te sales ya no estarás en ella y empieza terrenos abrupto, y que si te vas por ahí nadie te garantiza que estará todo bien , ni que llegaras a donde ibas, pero solo te lo recuerdan, la decisión final es tuya.
Así que animo a los padre a que sigan en pie y que si son creyentes no decaigan sino que pongan sus necesidades ,temores, y angustias frente a Dios , que sin duda Les va ayudar,y que leyendo la Biblia puedes encontrar muchos buenos consejos,como aquel que dice que no estemos provocando la ira en nuestros hijos para que ellos no se desalienten y sientan el deseo de enfrentarse, sino más bien que nos armemos de paciencia y amor, pero que al mismo tiempo debemos disciplinarlos, por que de no hacerlo pueden llegar a pensar que no nos importan, y que no les amamos, y es que es una realidad que los jóvenes y los niños dicen que no quieren normas pero la realidad es que en el fondo de su corazón saben que si les disciplinamos es por que les amamos y nos preocupamos por ellos.
Bendiciones para todos vosotros.