Este año, nuestro ayuntamiento , hizo un cambio en la cabalgata de reyes que nos dejó a todos, sorprendidos, y es que S.S Majestades los Reyes magos , no hicieron su aparición de uno en uno sino los tres juntos, y los pajes pasaron tan deprisa que a muchos niños no les dio tiempo de entregar sus cartas al paje que les hubiera gustado.
Pero de cualquier modo fue maravilloso, ver un año más aquellas amigables caras, sobre todo para mi que llevo de 40 años(por lo menos), viéndoles en cada cabalgata, y ahora además tengo el honor de poder verles en la iglesia la misma mañana del día de reyes , e incluso pude hablar con ellos, y sacarme una foto de recuerdo.
Este año, algo me pasó cuando les ví aparecer en la cabalgata, y es que de repente empecé a llorar como una niña pequeña y no se si es por que me estoy haciendo mayor, o que vuelvo a ser como una niña... pero sentí como me embargó una maravillosa emoción mezcla de esperanza, y alegría.
en fin nos lo pasamos muy bien.
A la mañana nos levantamos tarde (estábamos muy cansados y con sueño, y es que ya se sabe la emoción cansa y mucho).Clara fue conmigo a levantar a su hermana mayor , que vino a quedarse con nosotros para compartir ese mañana tan especial, cosa que agradecí bastante viniendo de ella, ya que antes solía tener una actitud muy distinta, y nos dirigimos al salón , que es donde suelen dejarnos los regalos,y allí estaban.
fué maravilloso ver las caras de mis hijas, pero reservé el regalo más especial para el final, y es que a Clara le dejaron los Reyes una Rapunzel preciosa, y a Acerina una cajita de madera, con algo de dinero en su interior para comprar sus cosas a su gusto y en rebajas que siempre se consigue algo más de su gusto y mas económico, y los reyes saben que una chica tan mayor prefiere hacer sus propias compras, y ambas tenían unas caritas de impresión que me llenó de regocijo verlas juntas disfrutando tanto en ese momento tan especial, sobre todo teniendo en cuenta que es muy probable que el próximo año Acerina ya haya abandonado el nido , y no sea fácil que un momento así se repita,así que estoy muy agradecida a Dios de haber podido disfrutar de esos momentos con ellas y con mi esposo, y aunque por primera vez mi hija mayor no pasó ninguna de las noches especiales de la navidad con nosotros, me alegro de que lo pasara bien allí donde eligió vivirlas, y en la compañía que ella decidió y es que eso es algo que también trae el hacerse mayor , separación del núcleo familiar, y reafirmación de la propia personalidad.
Pasamos el día de reyes de manera muy tranquila, abrimos nuestros regalos, nos fuimos a la Iglesia , y después, volvimos a casa a disfrutar de los que nos habían regalado.
Clara y Aitana |
A la mañana siguiente yo fui a trabajar y al volver del trabajo , sorpresa, estaba mi madre en casa esperándome junto a Clara y Javi, y nos había traído un roscón de reyes, ¡como son las abuelas!, y es que Clara le dijo a la abuela que no lo habíamos comprado por que no teníamos dinero,lo cual no era incierto del todo, más bien me niego a pagar 15 euros por un roscón, ya que lo puedo hacer yo en casa y está mucho más bueno, y por otra parte son todos muy industriales, pero no puedo negar que aquel estaba buenísimo, aunque me sentí un poco mal por que a mi madre también le debió resultar un sablazo a su bolsillo, pero desde luego mi madre es mucho mas generosa que yo, y esto es una realidad que me hace replantearme algunas cosas.
Ese día Clara dijo que era un día maravilloso, por que estaba junto a su abuela, y no dejo de sentirme super bién cuando mi hija dice estas cosas tan bonitas, y es que yo también me siento dichosa cuando estoy con ella un ratito, y siento sus cálidas manos sobre mi cara, entonces me siento como una niña otra vez, y siento como su amor penetra por los poros de mi piel, y desearía perpetuar ese momento.
Algunas veces pienso que es una pena hacerse mayor.
Pero cuando miro a mi familia pienso que soy una mujer muy afortunada.
Las princesas de mi casa |